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Te dedico este poema porque mi ecuador se encuentra lejos de tu luz, de tu ser, estamos bajo el solsticio de invierno, me encuentro en un témpano de hielo sin poder hablar, esta es una breve introducción al caos de verte todos los días mi sol, de observar el universo con tu compañía, hacer de este mundo un lugar cálido, de levantarme, de acariciarme el corazón y abrazarme el alma.

Este proyecto aunque inconscientemente lo inicié antes de chocar como asteroides en el espacio y saber la existencia del otro, en cúmulo de átomos se creó la necesidad de idolatrarte, eres mi maría, por lo tanto, llevas mis poemas con el sentir de una letanía, de una plegaria, alabar al sol, cantarle al universo, te escribo esto desde una primavera sintética, bajo un lago en el cielo.

Eres la metamorfosis de este proyecto, si mis esmeraldas no hubieran rozado con tus diamantes esta formación rocosa llena de nuevas piedras preciosas no sería posible, acompáñame a ver esto con tu ritmo tan marcado, con tus atardeceres escandalosos de belleza, con tus sigilosos y deliciosos amaneceres, aunque breves lo suficiente cálidos como un abrazo; al medio día me quemas con tus deliciosos labios de miel, tu escandalosa cintura opaca las cordilleras de Colombia por las que me acompañas desde la distancia.