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nuestro adios ya existió, y lo que queda despues del adios es el eco del silencio que da vueltas a nuevos comienzos y nuevas despedidas y aunque me asuste no le tengo miedo a nuestros silencios porque estamos presentes, aunque no nos hablemos nos sentimos en sueños, en canciones y en películas y por eso me estoy acercando de esta forma, porque aunque no oigo tu voz todos los días como me gustaría, te sigo oyendo en lo que soy y lo que mis manos hacen, en lo que mis sentidos perciben y no puedo ignorarlo ni hacer nada al respecto porque así soy feliz